Seguro que alguna vez has hecho el tipo comentario “ Esto no lo ve nadie” sobre un programa de televisión que detestas y que piensas, ¿quién es el loco que ve esto?.
Luego viene uno y te dice,” No a todo el mundo le gusta lo mismo que a ti”. Razón tiene.
Porque no todas las personas somos iguales; nos definimos por nuestras circunstancias, entorno y experiencias vividas. Todo ello hace que cada uno sea diferente al otro.
Por ello, cuándo nos lanzamos a idear una estrategia de social media tenemos que tener en cuenta ese aspecto.
Tenemos que saber a quién nos dirigimos, para que nuestros contenidos resulten interesantes al lector.
Para conocer muy bien qué es lo que le gusta o quiere leer nuestro público objetivo, os queremos enseñar una herramienta muy útil que os ayudará a conocer a vuestro cliente: el Mapa de Empatía.
¿ Qué es el Mapa de Empatía?
El mapa de empatía es una herramienta que te ayuda a crear un perfil de tu cliente de forma muy simple y sencilla.
Te preguntarás ¿qué tiene de especial? Básicamente te ayuda a ponerte en la piel de tu cliente/lector. En términos técnicos, te ayuda a empatizar con él, conocer su entorno, sus aspiraciones, preocupaciones y rutinas diarias.
Probablemente ahora estaréis pensando que os es muy difícil o que vosotros ya sabéis qué le gusta a vuestro público. En todo caso es bueno llevar a cabo esta práctica porque siempre te da más información de la que dispones.
A continuación puedes ver cómo es un Mapa de Empatía:
El funcionamiento es muy sencillo. El mapa se estructura es seis bloques de preguntas:
En esta parte debéis describir cómo es el entorno de vuestro cliente, qué personas son importantes en su vida , madre, novia, amigos, a qué tipo de ofertas está expuesto y a qué problemas se enfrenta.
Se trata de describir qué escucha el cliente en su entorno, qué le dicen sus amigos y familia, qué escucha en su entorno profesional, a quién escucha con atención, o en quién se apoya para tomar una decisión, si se deja aconsejar o por el contrario es de los que no se deja influir y toma la decisión por sí solo.
Quizás esta sea la parte un poco más compleja. Se trata de intentar conocer qué hay en la mente de tu cliente.
Aquí se requiere un ejercicio de empatía 100%. Hay que dejar de lado tu yo, y ponerse en el lugar del otro por completo. Si es necesario incluso vístete cómo él. Aquí cada cuál, con su técnica para ponerse mejor en el lugar de otro.
Tienes que llegar a conocer los aspectos que realmente le importan, los factores motivadores, por ejemplo, conseguir un ascenso para ganar más dinero o por el contrario trabajar a gusto y sin estrés. Qué sueños y aspiraciones tiene y cuáles son sus preocupaciones.
Imagina qué diría o haría tu cliente en público. Cómo se comporta en público, si le gusta hablar como a nadie o por el contrario es tímido y observador.
Aquí se trata de pensar qué es lo que le preocupa a tu cliente, por ejemplo, quedarse sin trabajo, no cobrar lo suficiente para cubrir gastos, o el cambio climático. Qué obstáculos encuentra en su camino para conseguir sus objetivos, como por ejemplo, no tener tanta influencia como Leonardo Dicaprio para concienciar a la gente de que el cambio climático es real y está pasando.
Piensa en las principales inquietudes y motivaciones de tu cliente. Cuáles son los éxitos que quiere alcanzar, cómo lo mide, si para él el éxito es triunfar en su carrera o por el contrario es tener las habilidades del hombre de bricomanía. Aquí dependerá de cómo lo hemos definido anteriormente.
Todas estas preguntas van a ayudarnos a conocer muy bien a nuestro público, qué contenidos le son atractivos, en qué redes debemos difundirlos, puede que nuestro público sea más usuario de Facebook que de Twitter por lo tanto no tendría sentido tener un canal en Twitter si nuestro target no está ahí y, por último,mejorar nuestra relación con ellos.
Requiere su tiempo para hacerlo bien , pero una vez hecho, veréis como vale la pena, porque ya no tendréis esos blancos creativos de no saber sobre qué escribir que les pueda resultar interesante.
Os animamos a que llevéis a cabo esta práctica y nos contéis.
¡ A empatizar se ha dicho !