Qué rabia da esta frase, eh? “Bueno, no, lo siguiente”, dice. Por suerte ya está pasando de moda, igual que el boom que hubo hace un tiempo con el contenido vacío. No sé si os acordaréis de cuando lo importante era tener textos larguísimos con 20 frases clave que se repetían hasta que el santo lector se llegaba a preguntar “¿dónde está la cámara oculta?”

No es que ya no sean necesarios los textos largos y algunas palabras clave, lo que pasa es que a estos, no los va a leer nadie.

¿No os pasa a veces que cuando os dais cuenta lleváis 20 minutos bajando el timeline de facebook mirando titulares en diagonal hasta que os preguntáis “¿Qué estoy haciendo? Debería ponerme a hacer esa receta que he visto en Tasty y dejar de perder el tiempo.”

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Seguro que alguna vez has hecho el tipo comentario “ Esto no lo ve nadie” sobre un programa de televisión que detestas y que piensas, ¿quién es el loco que ve esto?.

Luego viene uno y te dice,” No a todo el mundo le gusta lo mismo que a ti”. Razón tiene.

Porque no todas las personas somos iguales; nos definimos por nuestras circunstancias, entorno y experiencias vividas. Todo ello hace que cada uno sea diferente al otro.

Por ello, cuándo nos lanzamos a idear una estrategia de social media tenemos que tener en cuenta ese aspecto.

Tenemos que saber a quién nos dirigimos, para que nuestros contenidos resulten interesantes al lector.

Para conocer muy bien qué es lo que le gusta o quiere leer nuestro público objetivo, os queremos enseñar una herramienta muy útil que os ayudará a conocer a vuestro cliente: el Mapa de Empatía.

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Así, muy rápido, este artículo pretende ahorraros una explicación para vuestras madres cuando os pregunten “¿Qué son estos emoticonos que veo ahora en Facebook?” “¿Y cómo puedo ponerlos yo?”. Tranquilos, pasadles este link que ya se lo explicamos nosotros:

Habréis notado que desde hace unos días no sólo se puede poner “Like” o “megustas”, como decís vosotras (“¿Cuántos megustas llevo?”) sino que además, podéis poner un emoticono a elegir entre unos pocos que el señor Facebook ha puesto a nuestra disposición:

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Hubo un tiempo en que el único “avatar” que te representaba era la foto de tu DNI. Una foto a la que te veías atado durante AÑOS, hasta que llegaba la siguiente renovación. Una foto en la que, además, todo el mundo sale fatal por mucho que se esfuerce.

(Vía Dayliquenchers) (más…)

En nuestro artículo “This is great content! Parte I: ¿Qué es?” explicábamos qué ha de tener un contenido para ser viral: gracia, brillantez, emotividad, capacidad de crear tendencia, veracidad o todas esas cosas a la vez. En una palabra, ha de ser flipante. Sí, ya sé, ya sé, es más fácil decirlo que hacerlo.

Es cierto que muchos de los contenidos que se vuelven virales lo hacen por pura casualidad y contra todo pronóstico. ¿Alguien ha dicho “El Ecce Homo de Borja”? Pero ya sea de forma voluntaria o no, todo lo viral tiene en común alguna de las características mencionadas antes, así que lo que hace falta es pensar cómo adaptarlas a nuestros contenidos.

Fíjate en que he dicho “pensar” y eso es lo mejor de todo, porque lo único que necesitamos es una buena idea y lo bueno de las ideas es que ¡son gratis! Están al alcance de todos. Así que no hace falta ser una gran firma con una gran presupuesto para tener una buena campaña.

No es el qué sino el cómo

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This is great content! Parte I: ¿Qué es?

Imagina que estas Navidades te regalan una cajita perfectamente envuelta y con un lazo rojo brillante. Y luego lo abres y no hay nada. Qué decepción, ¿no? Pues lo mismo pasa si vendes un producto que es malo o si tu contenido está vacío. No hay nada que dé más rabia que darle a un link y que tras esperar que cargue pienses “¿para esto le he dado al link??” (Sí, esto hace quince años no pasaba pero ahora el mundo está así de loco).

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El otro día en una reunión me preguntaron lo siguiente:

 ¿Para qué sirve tener muchos fans en Facebook si luego publicas un post y ves que de los 10.000 fans sólo llega a 150?

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Por qué NO tener una página personal de Facebook para tu empresa:

El hecho de tener una empresa y querer estar en Facebook es bueno, muy bueno. Significa que estás al día y tienes ganas de que tu negocio vaya bien. Que eres innovador, emprendedor y social y quieres que tu empresa también lo sea.

No obstante, hay un abc que debes seguir. Muchas veces me he encontrado con solicitudes de amistad de empresas. Es el primer error. Un mal comienzo, con todos los respetos. Es muy común ver pequeños negocios que se presentan en Facebook como (me lo invento) “Autorecambios J. J. y hermanos SL” y envían una amistad a todos sus amigos:

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